lunes, 3 de junio de 2013

Coques de La Marina


Tachán, tachán, este fin de semana ha tocado zafarrancho en villa Tastaolletes! Se me ha llenado de buena gente y antes de que me quisiera dar cuenta la cosa parecía un desayuno hobbit. Platos y vasos arriba y abajo, tapones de corcho por los aires, concierto de chapas metálicas, tropel en la escalera, carretillas con leña de pino y alguien que saca los altavoces del ordenador por la ventana y le da a la lista de Spotify. Para estos casos la música balcánica va bien. Igual que tener la bodega bien surtida y harina y levadura y manos dispuestas.

Para hacer unas 35 cocas hacen falta:

Mogollón de amigos
1 kilo de harina
50 gramos de levadura
3 pimientos rojos grandes
3 berenjenas grandes
3 cebollas grandes
1 taco de bonito en aceite
4 o 5 dientes de ajo
agua
aceite
sal

¡¡Pero 35 son muchas!! Noooo, keep calm and sigue leyendo. La coca es un bocado ligero (si os mantenéis saludablemente alejados de los bestias que las ahogan en aceite como si quisieran verlas freír por generación espontánea) y además, si sobran, congelan muy bien.




El primer paso es hacer la verdura. Metéis la berenjena y el pimiento en el horno a 220 hasta que esté completamente hecho. Después se pela, se trocea y se pone en un escurridor (es importante hacerlo, porque si no suelta todo el agua acaba mojando la pasta y no queremos que eso pase). ¿Troceada? Ok, entonces se pelan y cortan los ajos y se echan por encima.
La cebolla se pela y se sofríe hasta que poche y se reserva.

Aaaaauuuuummmppppfffffff (bostezo) que sí, que ya, que vamos a lo divertido. En un bol (o palangana de plástico o mejor todavía en un "llibrell" - el cacharro tan molón de la foto de abajo)


se echa la harina y la levadura desmigada. Para esto necesitáis ayuda porque mientras amasáis es bueno que alguien vaya echando el agua (caliente) a la mezcla. Aquí no hay truco. Es a lo que admita la pasta. Pero para un kilo con tres o cuatro vasos ya va bien la cosa. Y paciencia. Y muchos puñetazos a la pasta. Como si fuera uno de esos que tú ya sabes que salen por la tele y dicen que la cosita está muy mal y que a ver si te puedes joder un poco más. Vale, vale, no tan fuerte que vais a romper la mesa.

Ah, mientras amasáis, el horno tiene que estar cogiendo temperatura. Mola hacerlo en horno de leña. Yes. Pero en horno doméstico también sale muy bien. Como el horno de casa es fácil, explico el de leña. Se llena de ramucha de piño y se pone a arder hasta que las paredes de ladrillo se ponen blancas. Entonces, y cuando estemos casi listos para poner las cocas, se apartan las brasas para dejar sitio a las bandejas y que no siga quemando. Con temperatura que haya alcanzado será más que suficiente. En el horno de casa, a toda mecha, con ventilador y a lo locoooooooo.

Bien. Cuando la masa ha cogido cuerpo (para quitaros la que se pegue a las manos, echad un poco más de harina cruda) vertemos el aceite, empapamos la masa y la seguimos amasando/golpeando/dando candela hasta que se ponga blanca del todo. La hacemos en bolitas...





Y ponemos a dormir las bolitas debajo de toallas o trapos para que se hinchen. Bastará con veinte minutos. Hecho esto, cogemos bandejas de horno, les ponemos un poco (¡¡¡un poco he dicho!!!) de aceite en la base y ponemos las bolitas. Cada una de ella, con los dedos, le damos la forma de la coca. Calma, paciencia, no hay prisa, a las cocas feas también las quiere dios, etc, etc, etc. Han de quedar más o menos así...


Y con la base hecha, se pone la mezcla encima. Unas de pimiento y berenjena y otras de cebolla. Las de pimiento y berenjena admiten un chorrito más de aceite sobre la mezcla. Cuando las tengáis montadas...al horno. 


Y en menos que te tomas tres vasos de vino...fuera del horno.



¿Qué más os puedo decir? Ah, sí, que una vez fuera les podéis poner un trocito de bonito en aceite o de anchoa salada para decorarlas y darles un puntito de contraste que queda estupendo. 
Ya solo queda repartir las cocas, dar las gracias a los colegas por los servicios prestados y sentar a todo el mundo a la mesa. O si no da igual, que esta comida es de poca etiqueta y de pie, con una servilleta y algo fresquito en la otra mano se está de muerte.

¡Que os guste mucho!


PD: si os sobra masa...pues os marcáis un pan. Con un poco de aceite del bueno, bueno, y un tomatito de los de verdad... ya os pueden tocar a la puerta que no vais a estar para nadie. 
Besos.



4 comentarios:

  1. Desde que vi las cocas del programa Masterchef tengo un antojo tremendo! Nunca las he probado!!! Gracias por la receta ;)

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  2. Entonces te recomiendo que te animes. ¡te van a encantar!
    besos

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