jueves, 9 de mayo de 2013

Arroz meloso con boquerones y espinacas




Lo malo de mi curro es que muchos días no puedo ir a comer a casa. Y de menú pues mira, me temo que no: 10 euros cada día por calamares que ya fumaban cuando Massiel ganó eurovisión, un pan que parece la espada de Jon Nieve, y una ensalada que te mira a los ojos así como con pena, penita, pena, lo siento pero ni de coña. De hecho cuando veo algo así siempre hecho de menos un par de capitulitos más en el código penal y unos doscientos cincuenta antidisturbios gastronómicos entrando al asalto y llevándose por delante los platos.

Así que yo me preparo mi propia comida y tiro millas. Normalmente opto por cosas fáciles y ligeras, pero el otro día planificando la ruta me di cuenta que el mediodía me iba a pillar en Dénia. ¿Dénia? Ah, entonces comida marinera. Imaginaos que me hago un bocata-salami y coincido con Manuel Vicent en la playa. Qué poco glamour ¿no? Con lo interesante que debe ser ese hombre y con lo mucho que le gusta el mar tenía que preparar algo que estuviese a la altura y me acordé de este plato: arroz con boquerones y espinacas. Un superclásico de la Marina Alta.

Bueno, para empezar un apunte culturilla. El nombre del boquerón en valenciano (aladroc) es de origen árabe y significa El Azul. Deriva de Al-Azraq que, mira tú por donde, fue un rey moro que en el siglo XIII se levantó contra Jaume I y acabó palmando en el asedio a Alcoy. Bueno, pues eso, que el nombre tiene historia.

Vamos con los ingredientes:

250 g arroz bomba
500 g espinacas
400 aladroc
1 ½ litros de caldo de pescado
1 ñora
1 tomate
4 dientes de ajo
aceite oliva
sal

Para empezar se limpian los boquerones/aladrocs/pescaítos quitándoles la tripa, cabeza y espinas. Se lavan, se salan y se dejan a parte. Si hemos superado esta fase estamos listos para protagonizar un capítulo de Dexter.
En un mortero machacamos los dientes de ajo y la ñora. Sofreímos las espinacas, el tomate y el picadillo en un caldero (yo soy fan de los de hierro de toda la vida del señor), salamos el conjunto y añadimos azafrán y arroz.
Ahora echamos el caldo. ¡Ojo! En vez de comprar caldo hecho lo mejor es hacerse con un poco de morralla en el mercado y currárnoslo nosotros mismos. La diferencia es brutal. Añadidle unos jureles, unos serranos, unas galeras... y vais a llorar más que viendo El Paciente Inglés.
Agregado el caldo se deja cocer 8 minutos a fuego cañero y 7 a fuego lento.
¿Tenemos casi a punto el arroz? Ah, ok, entonces añadimos los aladrocs/boquerones/pescaítos y mantenemos la cocción unos minutos. A ojo. A lo que os pida el pescado.
Lo bueno de usar arroz bomba es que es difícil que os reviente el grano y se acabe pasando.
Y ya está. Que os quede más meloso que caldoso. O más Luis Miguel que John Secada, para entendernos.





Os tengo que contar que me lo zampé sentada en la furgo en la playa de les Rotes. Que no vi a Manuel Vicent. Pero que fui feliz como una perdiz. Luego recliné el asiento y me regalé una siesta épica mientras los albatros hacían carreras a ras de agua y los guiris eran felices en el bar Helios chupando birras. El mundo estaba bien por un momento.

¡Que os guste mucho!



3 comentarios:

  1. Qué foto tan bonita! En nuestro blog te hemos dejado un premio Liebster Award porque nos encanta el tuyo http://www.danzadefogones.com/2013/05/mas-premios.html

    Un beso!

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  2. Ei, muchas gracias!

    De verdad que me hace un montón de ilusión. Besos y voy ahora mismo a seguir esa cadena de blogs.

    Tastaolletes.

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  3. Ei, muchas gracias!

    De verdad que me hace un montón de ilusión. Besos y voy ahora mismo a seguir esa cadena de blogs.

    Tastaolletes.

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